Un Ángel En Mi Vida

 Yo tenía cinco años cuando esta terrible historia ocurrió. Mi tío, Rodolfo Abreu Botia, mi único tío por parte de mamá murió.

Él era un hombre con tan solo 28 años de edad, me quería tanto como yo a él. Siempre que me iba a visitar llegaba diciéndome que él era mi tío lindo, me abrazaba, me alzaba y me compraba lo que tuviera al alcance.

Toda mi familia y cualquiera que lo conociera le tomaban mucho cariño ya que él era una persona amable, responsable y que apoyaba en cualquier circunstancia. Él tenía la costumbre de salir los fines de semana con sus amigos pero nunca dejando su responsabilidades a un lado.

Su mamá era su mayor adoración, vivía al pendiente de ella, la visitaba casi todos los días, le daba lo necesario para mantenerse y cada vez que podía la llevaba a pasear. Me acuerdo que el último cumpleaños de ella le organizó una serenata y llevó a todos los familiares a celebrar junto a ella; ese día mi abuela lloraba y lo único que podía decirle era gracias por todo lo que había hecho por ella.

El 2 de enero del año 2005 él se encontraba en la casa de mi abuela, su mama, estaba compartiendo con algunos familiares. Cuando de pronto dos policías llegaron a buscar a un primo que tenía problemas con la ley. Mi abuela salió para atenderlos y mi tío salió para preguntar a quién buscaban, los policías le dispararon y mi tío cayó en los brazos de mi abuela.

Mi abuela llorando junto con un primo lo llevaron a las urgencias La Merced pero ya cuando llegaron era muy tarde, mi tío había muerto por un malentendido dejando a una niña de 1 año sin papa, a una mama sin su hijo y a toda una familia muy triste por su partida.

Cuando mi mama se enteró a causa de unos amigos, ella no podía creerlo y solo lloraba y me abrazaba pero no me decía él porque y luego se fue junto con su marido en busca de mi abuela.

A

dos días lo enterraron, fue el día más doloroso para mi familia, yo no entendía nada porque estaba muy pequeña, pero al ver a toda mi familia llorando y al verlo a él dentro de ese cajón, las lágrimas empezaron a salir y no podía creer lo que había ocurrido. Todos lo amábamos y nos sentíamos terribles ante trágica noticia.

Recuerdo que después de la muerte de mi tío mi abuela se fue a vivir a mi casa. Todas las noches ella lloraba al recordarlo y yo me sentaba junto a ella mientras le acariciaba su cabello, así fue seguido durante dos años hasta que lo supero un poco y mando a construir su propia casa con la ayuda de las hijas que le quedaban.

Yo viví con ella en su propia casa durante 6 años y prácticamente me crio, estuvo conmigo en todo momento y me consintió lo más que pudo. Ahora cada vez que puedo la visito y cuando ella me necesite siempre voy a estar ahí. Ella a todos les dice que soy su nieta favorita y que así va a ser siempre.

Ahora ya no vivo con ella ya que a mi mama le salió una casa en un lugar un poco más distanciado. Sin embargo, la ayudamos en todo, siempre la visitamos, nunca la dejamos sola y cuando podemos la consentimos como ella hizo con nosotras.

En estos momento ella vive con su nieta, la única nieta que dejo mi tío y aunque siempre lo va a recordar con un final triste, ella se siente muy contenta al saber que lo educó bien y que ahora ella misma pueda cuidar a su hija.

El primo por el que pasó todo se fue de la ciudad porque se sentía muy culpable de lo que sucedió, cayó en la drogadicción y hace 5 años falleció a causa de un paro cardiaco.

Ya han pasado casi 13 años desde que mi tío partió, y aunque nos duela siempre lo recordaremos como el excelente ser humano que fue y por todas las cosas que nos dejó y enseño. Será un ángel tanto en la tierra como en el cielo y sentimos que desde allá arriba él nos protegerá toda la vida.